miércoles, 18 de febrero de 2009

El lotófago

Qué no daríamos por olvidar las angustias, los miedos... todo lo que nos impíde avanzar mental y hasta físicamente, la ansiedad que nos inunda cada véz que tenemos un problema, que es muchas veces nada mas que material.

Éxiste una formula para olvidar aquello que nos agóbia, que nos quita el sueño, quizá un tratamiento o alguna droga extraña, que hiciera olvidar por un segundo el mañana y solo vivir del presente único y personal... sol y exclusivamente personal, egoísta tal véz, sanador por un momento... juzgado como quíen desée verlo desde su punto de vista. Alguna véz hubieron seres humanos que vivieron solo para ellos, descubriendose plenamente y viviendo individuales?...

Todos sabémos que el humano es un ser social y que vive dentro de comunidades y por naturaleza forma grupos con los de su mismo pensamiento, no es una novedad el que estemos tan rodeados a cada lado de nuestro metro cuadrado, pero, cuando pensamos en nosotros mismos?, cuando somos lo suficientemente egoístas en un buen sentido como para descubrir quíenes somos, qué somos, que és lo que realmente pensamos y quizás por último y no menos importante, él por qué es que estamos vivos y parados en este lugar?... demasíadas preguntas me asaltan a cada hora del día, preguntas quizá exístenciales de un joven común, quizá de aquél joven que ha vivido una vida totalmente material y llena de felicidad comprada, con diversiones superficiales y frías, un día se despierta y en su cama aún acostado comienza a divagar estas interrogantes que la mayoría de los seres humanos llega a pensar... cuando está preparado para hacerlo, y caer de golpe en la tierra, en la madre tierra tál y como és, tál y como la hemos dañado...

Como lograr que el golpe en el suelo de nuestras preguntas éxistenciales totalmente comúnes y generales a la hora de preguntarse el, qué somos y por qué éstamos aquí?... quizá algunas situaciones a mi me han llevado a pensar un tanto egoístamente, en la jugla humana las herramientas son aprendidas en base a los pelígros vivídos, no me culpo y no culpo de lo que soy y pienso, mi destino ha sido el que se me ha encaminado, y si